Motivacion

Gran mayoría de nuestras actividades y decisiones son llevadas a cabo de acuerdo a nuestro deseo de hacer las cosas, la motivación que tengamos frente a algún evento en particular.

Un cantante canta porque le apasiona hacerlo, un futbolista lo mismo. Importante es pues, descubrir nuestras pasiones. Será mejor descubrirlas y unirnos a ellas que intentar luchar contra nuestra propia voluntad, conocernos pues es de suma importancia.

Las pasiones son reacciones meramente emocionales, es decir sensitivas, por lo tanto hasta cierto punto incontrolables.

Conviene mucho más explotarlas que reprimirlas.

Ética en impulsos

El artículo pasado hablaba acerca de la pérdida de control en situaciones límite, ahora me parece indispensable detallar el punto de que pasa cuando ya ocurrió algo.

Pongamos un ejemplo:

Un hombre asalta en medio del tráfico a una mujer en su auto, la mujer toca el claxon, el tipo se descontrola presa del miedo y dispara contra ella.
El disparo de la pistola, quizá no haya sido un acto voluntario y controlado de él, sin embargo nadie lo puso en el acto potencial de atacar a alguien, por su propia voluntad se arriesgó y por tanto deberá asumir las consecuencias.

Por otro lado, un hombre que escucha un ruido de alguien que desea entrar a su casa y sale en defensa de su hogar armado, de repente se encuentra con su hijo de 16 años que salió sin permiso y que ya una vez adentro quiere espantar a su padre, el señor instintivamente voltea y da un tiro a su propio hijo.

Los casos desde el punto de vista psicológico son muy similares pero desde la óptica ética son muy distintas, ya que el padre solamente deseaba defender su hogar de un posible ataque.

Con esto debe quedar claro que cada caso debe ser motivo de análisis antes de emitir un juicio. Es un error común querer generalizar las posturas y pensamientos pero aquí vemos que debemos ser cuidadosos con eso.

La importancia de no perder el control

Como ya dijimos en el artículo anterior, en nuestro ser coexisten dos grandes inteligencias de las cuáles nos podemos valer para resolver todo tipo de situaciones.

El problema viene, cuando las decisiones son orientadas de manera evidente por una sola de nuestras inteligencias.

Si la debe tomar la conciencia juiciosa y razonable, generalmente será sencillo, bastará con poner mucha concentración en lo que hacemos y resolver con prestancia.

Sin embargo cuando la decisión le atañe más al sentimiento, corremos el riesgo de precipitarnos por una reacción física-sensitiva, motivada por lo que pareciese una repentina parálisis de la razón. En situaciones así lo que sucede es que un órgano llamado amígdala intercepta las señales y las manda antes de ser procesadas para preparan una reacción no razonada. Ese tiempo en que la reacción será de carácter impulsivo, si bien puede ser corto pude ser totalmente descontrolado, cuestión que traerá riesgos severísimos para el descontrolado. Debe quedar claro que estas reacciones no siempre son para mal, si no sirvieran de nada el cuerpo no las haría, el problema es que el cuerpo las lleva a cabo en todas las situaciones donde hay un grado mayor al normal de tensión o nerviosismo. Desde un momento romántico hasta manejando el coche.
Tratemos pues de mantener la cabeza fría, pero no nos sorprendamos si en un momento de descontrol hacermos cosas que en estado normal quizá no haríamos.

Sentir para pensar o pensar para sentir...

A lo largo de nuestra vida como humanos que somos, afrontamos en cada momento, desde los más efímeros e intrascendentes hasta los más sublimes y de enorme importancia. Siempre y en cada momento, incluso sin que nos demos cuenta nos ponemos frente a situaciones de decisión, para ello utilizamos el recurso natural que poseemos.

La inteligencia

El problema mayor es que nuestras emociones y la unión real existente entre sentimiento y comprensión, o más explicitamente dicho emoción y razón nos causa constantes conflictos en los cuales solemos intercambiar las situaciones con lo conveniente en ellas. Esto es que la mayoría de la gente piensa más cuando debe atender sus sentimientos y siente arrojo a sus pasiones cuandodebe ser frío y utilizar el cerebro.

Este espacio tratará de encausar en buen uso las capacidades humanas, exponiendo casos prácticos y dando una opinión sensata y pensada en colaboración con la gente interesada en el tema.